Les hago una propuesta (decente) 😉 :
¿Qué tal si cada día realizamos un pequeño acto de difusión cultural?
Podemos, por ejemplo, hacer de “profesores” por unos instantes cada día y compartir con los demás, amablemente, cualquier aspecto notable de nuestra cultura (o de cualquier otra materia interesante), sin imponer nada a nadie, pero dando visibilidad a aspectos de nuestro acervo cultural y de nuestros conocimientos.
Pienso que es un acto simple y bello, porque aprender cosas nuevas siempre nos hace tener más oportunidades, y enseñando siempre seremos capaces de encontrar nuevos amigos alrededor del mundo.
¿Qué piensan?
¡Saludos!